Hay ocasiones en las que el cine, yendo un paso más allá de la representación verosímil, se siente auténtico. La verosimilitud puede lograrse mediante el arte del revestimiento, de forma que aún conserve la liviandad de la ficción. A diferencia de lo meramente verosímil, lo auténtico tiene una densidad que puede resultar emocionalmente difícil de digerir. No es habitual, pero sí de compatibilidad probada, mezclar esta autenticidad con lo onírico; con cierto realismo mágico, si se prefiere. La obra ucraniana que aquí nos concierne, coproducida con Polonia y Macedonia, trata de desplegar una visión de la vida tan apegada a la realidad como soñadora, todo con un mismo propósito.

La película «When the Trees Fall» (Коли падають дерева, 2018) supone el debut como directora de Marysia Nikitiuk (Марися Нікітюк), quien también firma un guion ganador del Krzysztof Kieślowski ScripTeast Award de 2016. Estamos ante un drama rural que retrata la vida de una joven, Larisa (Anastasia Pustovit), que sueña con escapar de su pueblo natal, situado en el este de Ucrania. Alrededor de ella, la pobreza y sus devastadoras consecuencias se entrelazan con las relaciones humanas que forman las comunidades del lugar. Larisa está consumida en una vorágine de rebeldía adolescente, está perdidamente enamorada de Scar, (Matviy Kornienko), otro joven cuya deriva es también derivación de los conflictos sociales que le rodean. La protagonista vive con su abuela y su hermana pequeña, siendo ésta última un catalizador de lo que sucede al resto del reparto. Cada personaje es una pieza de un juego que destila peligro escena tras escena, a pesar de que no es una tensión propia del thriller, sino de la cotidianidad.

Es aquí donde el realismo mágico dota de una perspectiva inusual a la cinta de marras. Las localizaciones, el contexto, e incluso el carácter de las personas que vemos, no es mezclado frecuentemente con el recurso fantástico. Principalmente será la hermana pequeña de Larisa quien nos transporte entre ambos mundos, pero la conexión con su hermana mayor es lo que da herramientas para traducir lo inexplicable de lo mágico.

La niñez es una parte fundamental de la historia, “When the Tress Fall” profundiza en las múltiples luchas, tanto internas como externas, que se suceden cuando tratamos no sólo de madurar, sino de sobrellevar los traumas irreparables. La impotencia es una constante en nuestra vida cuando lo que hay alrededor nos supera, y en la obra de Nikitiuk podemos sentir la frustración como una emoción que construye buena parte de nuestros errores.

Cuando los pilares familiares fundamentales fallan, puede ser una de las muestras principales de cómo la ausencia de una estructura social firme y eficiente puede decidir el curso de nuestra vida. En la zona rural donde sucede el largometraje, diferentes tipos de núcleos familiares se entrelazan, pero todos tienen algo en común: no disponen de un sistema sociocultural que sirva de red para progresar. Tratar de vivir supone reconstruirse de una forma dolorosa, teniendo que afrontar una realidad inclemente.

El rodaje es previo al comienzo de la guerra que Rusia inició en 2014, por lo que inevitablemente nada de lo que ocurre en el metraje está relacionado directamente con el conflicto. A pesar de ello, las raíces de lo que representa sí vienen de consecuencias similares. Centrada en una demografía local, alejada de la política global, es plenamente consciente de que su origen es la pobreza propia de la herencia soviética. El lenguaje usado es el surzhyk (суржик), una mezcla de ucraniano y ruso común entre grupos sociales que dominan una parte de cada idioma, generando unas reglas lingüísticas propias. A pesar de ser una realidad que se siente multicultural, es una fotografía concreta de un escenario particular. Esto es un ejemplo de cómo, cuando nos acercamos lo suficiente a un lugar, se abre un abanico de complejidades incluso en las comunidades más aisladas y constreñidas.

Recientemente, el cine ucraniano está viviendo una nueva oleada de cineastas y propuestas, diferentes a lo que había conocido en el siglo pasado. Esta corriente, influenciada en su forma más actual por la guerra, ha adoptado nuevos recursos, propios del cine europeo moderno, en ámbitos como la fotografía y la composición musical; así como un simbolismo más transversal y un lenguaje cinematográfico contemporáneo. Entre esta nueva etapa y la anterior puede resultar difícil descubrir y señalar el momento en que el salto ha tenido lugar, pero una vez adentrados en esta evolución, es necesario resaltar a “When the Trees Fall” como uno de los baluartes de la nueva identidad del cine ucraniano.

La cinematografía proveniente de Europa del Este aún no tiene una gran acogida a nivel internacional, y aunque hay determinados títulos que miran claramente a occidente buscando su lugar, la identidad propia es lo que le tiene que otorgar valor por sí mismo. Es un cine que, a ojos de quien vive completamente ajeno a dichos lugares, ha estado centrado demasiado, tanto por limitaciones como por conocimiento de causa, en los conflictos sociales que le han rodeado. Una de las principales herramientas que el cine tiene para llegar a las personas es la empatía, y es complicado que una realidad pueda llegar a ser comprendida a través del arte si no hay una base de comprensión previa. El cine ucraniano no está sólo tratando de encontrar una nueva identidad, plena y que sea capaz de representar sus personas, ideas y lugares, sino que está luchando para llegar allí donde hasta ahora se le ha negado el acceso.

La ópera prima de Nikitiuk sirvió para poner los focos en la joven creadora, pero posteriormente se ha consagrado como una de las principales directoras y guionistas de su generación. Esto ha sido gracias a trabajos como el guion de la cinta “Home” (2019), dirigida por Nariman Alliyev, o su obra más reciente, “Lucky Girl” (2022), coproducción junto a Alemania en la que también toma los mandos de guion y dirección.

A fecha de julio de 2023, “When the Trees Fall” puede verse en España a través de Takflix, plataforma dedicada al cine ucraniano.


Espada y Pluma te necesita

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es patreon.jpg

SOBRE EL AUTOR

Deja un comentario