«Y la nada avasalladora comenzó a tejer / un sistema de células interconectadas dentro de células interconectadas dentro de células / entrelazadas dentro de un tallo. / Y terriblemente inconfundible frente a la oscuridad, una alta fuente blanca sonaba.«
Fuego Pálido
Vladimir Nabokov
Llevo días dándole vueltas a la idea de que mi reseña sobre “Más allá de Orión. Las claves del universo Blade Runner” de Ana de Haro consistiese únicamente en un par de frases: “El libro es la hostia una maravilla. Si te interesa lo más mínimo Blade Runner, tienes que comprarlo”, porque lo es y, de todas formas, todas estas palabras se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. ¿No?

Por imitar la forma común de aproximarse a Blade Runner de aquellos que llegan nuevos al universo fílmico ideado por Ridley Scott partiendo de la base creada por Philip K. Dick en “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” (y que Scott nunca leyó, como se explica en el libro de Héroes de Papel), es decir, de la estética al contenido. Lo primero que solía llamar la atención a aquellos que contemplaban el universo de Blade Runner por primera vez (ya en su estreno incluso) era su potente estética, definitoria de prácticamente la mayoría de las representaciones posteriores del cyberpunk y la ciencia ficción, y su puesta en escena a través de una fotografía y diseño de producción apabullantes, e igualmente entrará por los ojos el maquetado, portada y contraportada de “Más allá de Orión. Las claves del universo Blade Runner” (algo habitual en todas las publicaciones de Héroes de Papel), jugando con los tonos rosados y azules propios de la estética de neón que instauró Blade Runner y que se intercalan incluso dentro del libro para señalar determinados párrafos, y con los elementos nipones —como la geisha en el anuncio gigante en la película, los paneles leds de grandes corporaciones como Atari o el kanji luminoso junto al que se sienta Deckard y que se utiliza en la edición del libro como elemento decorativo en la parte baja de cada página—.
Pero, como con la obra de Ridley Scott, sería estúpido quedarse únicamente con lo atractivo del encuadernado del libro de Ana de Haro. El contenido merece realmente la pena a poco que tengas un mínimo de interés en el universo de Blade Runner o simplemente en el mundo del cine, ya que desgrana muchas de las claves de la producción de la que se considera una de las obras maestras del cine y de la ciencia ficción.
Son once capítulos más un prólogo al inicio acompañado de una carta de Philip K. Dick sobre el estreno en cines de “Blade Runner” y una última reflexión de la autora junto a fichas técnicas, agradecimientos y referencias al final del libro que conforman un completísimo compendio de los treinta y siete años —cincuenta y uno si contamos “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”— de historia sobre los seres artificiales concebidos por Dick y nombrados por Scott como replicantes y los cazarrecompensas —blade runners— encargados de darles caza y retirarlos.
Once capítulos que sirven no sólo para copar el libro de contenido —tanto propio como ajeno, en tanto que menciona y cita otras muchas fuentes a las que recurrir en caso de querer sumergirnos del todo en la/s obra/s (véase por ejemplo que la autora señala cómo acceder a determinadas escenas descartadas durante el montaje de la película original)— sino para estructurarlo y organizarlo de una manera atractiva y sencilla de seguir, separando desde aspectos como el diseño sonoro y la música, problemas durante la producción, la figura de Philip K. Dick o el análisis de la más reciente “Blade Runner 2049” de otros aspectos que tienen que ver con la simbología, la influencia de Blade Runner en la cultura pop o un análisis pormenorizado de sus personajes.
Por ilustrarlo de manera más personal: He escrito un par de artículos sobre Blade Runner para la revista, unas 6.000 palabras en total y conforme iba avanzando en la lectura del libro mi comentario en privado (hay capturas incluso) ha sido que cuanto más leía más me avergonzaba de lo que he escrito sobre ambas películas.
Recoge desde curiosidades que sólo puedes conocer una vez que te has interesado por saber más de la película —como la opinión de Rutger Hauer sobre el comportamiento de Roy Batty en la escena final— hasta detalles que están presentes ahí desde el principio pero que probablemente se te pasen por alto sin nadie que te los señale antes —he visto “Blade Runner” muchas, muchas veces pero nunca había caído en algo tan de lenguaje cinematográfico y simbólico y tan aparentemente a la vista como que los replicantes estén encuadrados con planos contrapicados para dotarlos de un aire heroico y que se refieran a ellos por su nombre de pila para humanizarlos mientras que los seres humanos son enmarcados en planos picados y llamados por sus apellidos—.
Y por supuesto se reflejan las propias reflexiones de la autora sobre el universo Blade Runner y aquellos focos de discusión y debate más clásicos y habituales, como la naturaleza de Deckard, el trato que recibe la figura de la mujer en este mundo, la necesidad o no de una secuela y el respeto por el legado de una obra maestra del cine, el sentido de la vida, la muerte, qué es lo que convierte a estos humanos en humanos y qué los diferencia realmente de los replicantes, etc.

En definitiva, Héroes de Papel ha publicado un trabajo por parte de Ana de Haro imprescindible para todo aquel que sea amante o esté interesado en “Blade Runner”, y es difícil pensar en obras en castellano más completas y que traten de forma más acertada este universo y los productos que engloba.
Espada y Pluma te necesita

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